viernes, 16 de julio de 2010

LOS MBYA GUARANI ESTÁN SINTIENDO FRÍO Y TAMBIÉN NUESTRA INDIFERENCIA




LOS MBYA GUARANI ESTÁN SINTIENDO FRÍO Y TAMBIÉN NUESTRA INDIFERENCIA… ÑAIPYTYVÔMÍNA CHUPEKUÉRA
Ohai: David Galeano Olivera
Leer original (hacer clic) en: http://groups.google.com.py/group/guarani-nee/web/los-mbya-estan-sintiendo-frio-y-tambien-nuestra-indiferencia

Jepémo oikove hikuái ñande apytépe,
Avave noma’êi hesekuéra.
Jepémo ipytuhêgueterei ñande apytépe,
Avave noñandúi chupekuéra.
Jepémo oguata ñanendive,
Avave ndoikuaái iguata rapykuere.
Jepémo ha’ekuéra tekove ñandeichaguánte,
Avave ndohechakuaaséi upe mba’e chupekuéra
Ha’ekuéra niko yvy jára va’ekue,
Ko’áĝa ndaha’evéima.
Ha’ekuéra niko tekoha jarýi va’ekue,
Ko’áĝa ndaha’evéima.
Ha’ekuéra niko arapy pytuhê va’ekue,
Ko’áĝa ndaha’evéima.
Ha’ekuéra niko Ñande Ru remimoîngue poravopyre va’ekue,
Ko’áĝa ndaha’evéima.
Vaicháku Ñande Ru jepe hesaraijepémava chuguikuéra...

Cada año, para más en los días más fríos, los Indígenas llegan a Asunción procedentes de los lugares más distantes del Paraguay; y vienen para efectuar los mismos repetidos reclamos, sobre todo los que tienen que ver con el acceso a la tierra y una mejor condición de vida; en otras palabras, reivindican el derecho a una vida digna como cualquier otro ser humano.
Cada año, ellos llegan a Asunción y se “alojan” en alguna de las plazas que aún no fueron enrejadas. En este caso concreto, se trata de los miembros del Pueblo Mbya Guarani de Ka’aguasu y del Guaira. Ellos están en la Plaza Uruguaya, como siempre, a la intemperie y con frío.
Cada año -justo cuando al invierno se le ocurre manifestarse con el cielo encapotado de nubes grises, con lluvia y con mucho frío- ellos llegan a Asunción. Hace ya unos días que están alli, pero como siempre, las autoridades ni la ciudadanía aún no percibieron su presencia. Están allí pero no son visibles pues parece que son confundidos con los bancos y los árboles de la plaza Uruguaya. Y si ellos que están en Asunción, no son visibles; es fácil imaginar la situación de aquellos que apenas sobreviven en los lugares más alejados del Paraguay.
Adultos, ancianos, niños, bebes, están allí, con frío, descalzos, sin abrigo, durmiendo en el suelo húmedo y algunos -con más suerte- bajo pequeñas coberturas de hule.
A nadie le duele el dolor que ellos sienten. Muchos dicen que vienen a Asunción de puro tekorei o manipulados por algún sector político. Empero, no creo que nadie, en su sano juicio, quiera -por mero tekorei o por manipulación- exponerse al aire libre, al frío, a la lluvia, a las enfermedades y hasta a la muerte. Eso es una falacia. Una acusación pueril.
Hasta ahora Asunción no los siente. La gran mayoría de nosotros está en la casa en un ambiente cálido y protegido. Solamente a ellos les conmueve ver a sus niños llorar de frío y de hambre. Para más, la indiferencia se convirtió en su pegajosa e inexorable compañera. Es una pena. Es triste. Es inhumano.
Al verlos así, nos damos cuenta que no importa quien está de turno en el gobierno. Al final es lo mismo. Rojos, azules, verdes o blancos, todos son la misma cosa cuando se trata de los indígenas. Hasta hoy no entiendo porqué ellos tienen que seguir sufriendo de esta manera. Ellos no se merecen este trato. En situaciones como ésta es cuando vienen a mi memoria -y creo que a la de todos- las promesas que hizo el actual presidente, quien dijo que durante su gobierno, ellos: los Indígenas, serían la prioridad del Estado. Pero salta a la vista que fueron solamente promesas electorales. No pasaron de allí. Como me gustaría que -por lo menos- un miembro del gobierno, una sola autoridad, les haga caso y -entretanto aguardan que alguna vez sus reclamos sean resueltos- les brinde por lo menos un albergue donde sobrevivir en estos días tan difíciles. Por otra parte, me pregunto, si cuándo llegará ese bendito día en que el Estado Paraguayo solucione sus reclamos.
En nombre del ATENEO DE LENGUA Y CULTURA GUARANI estuvimos con ellos, como a la medianoche, con mucho frío, con 4 grados de temperatura y una sensación menor, acercándoles algo para la cena. Nos pidieron comida, ropas, frazadas y calzados “usados”; también, medicamentos para resfríos, gripes y catarros, ya que los mitâ’i ya están con tîsyry y pyti’achiâ. Les puedo asegurar que el Mburuvicha Tranquilino Martínez le quedará muy agradecido a quienes puedan acercarles alguna ayuda en la Plaza Uruguaya.
Amigos, los Mbya Guarani están sintiendo frío y también nuestra indiferencia… ñaipytyvômína chupekuéra.

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